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Oxitocina

¿Qué es y para qué sirve la oxitocina? La oxitocina se descubrió a principios del siglo pasado y es la hormona del amor y la confianza. A través de ella mejoran la hipertensión y los problemas cardiovasculares y disminuye la sensación de dolor. Esta hormona tiene un papel fundamental en el nacimiento, el parto y la lactancia. Es la encargada de la expulsión del bebé y de la subida de la leche durante el puerperio. 

La hormona del amor

La oxitocina se encuentra en la base de dos fenómenos primordiales de la vida emocional: la confianza y la empatía. De ahí a que sea una herramienta clave en las relaciones sociales y en la manera que tenemos de interactuar con otros. El ser amable o comunicarse de forma positiva activa la oxitocina, algo que produce efectos beneficios en nuestro organismo: disminuye la sensación de ansiedad, protege el corazón, incluso baja los niveles de colesterol. Cuando nos enamoramos y sentimos esa pasión intensa, caótica y casi obsesiva, la oxitocina actúa como gran desinhibidor. 

Los efectos de la oxitocina

Esta hormona se sintetizó artificialmente por primera vez en 1953 y tanto la sintética como la natural son químicamente idénticas pero no funcionan igual. Si la primera se administra en continuo, la segunda se secreta a pulsos. Su generación es lenta y sus efectos se detectan alrededor de 40 minutos. 

El mundo necesita más oxitocina, sí o no. 

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