tag:blogger.com,1999:blog-5656430577301452061.post3901523565491346546..comments2024-03-28T12:03:50.237+01:00Comments on Relatos de tinta-e: Temporada de paraguasIker Peña Hernándezhttp://www.blogger.com/profile/08330829489758047067noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-5656430577301452061.post-19414912140204536882015-10-15T09:35:34.684+02:002015-10-15T09:35:34.684+02:00Jajajaja, muy de acuerdo contigo. De los chaparron...Jajajaja, muy de acuerdo contigo. De los chaparrones no se libra ni Dios, hasta nuestro querido compañero acaba hecho unos zorros y en la basura. Reírse de uno mismo es, sin duda, lo mejor del chaparrón y la mejor terapia para afrontar los problemas. ¡Al carajo el paraguas! Siempre y cuando no hayamos pagado 50.000 dólares por él. <br />Gracias a ti por contarme las tuyas. Iker Peña Hernándezhttps://www.blogger.com/profile/08330829489758047067noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5656430577301452061.post-52710001869534789372015-10-15T01:06:59.041+02:002015-10-15T01:06:59.041+02:00Muy interesante la informacion como siempre, aunqu...Muy interesante la informacion como siempre, aunque discrepo contigo en un aspecto... eso de que salve de los chaparrones...<br />Me explico. En las zonas que estais acostumbrados a la lluvia, el paraguas es habitual y necesario, un buen amigo. Pero en las zonas mas sureñas donde su uso no es habitual, no estan fácil.<br /> El paraguas pasa la mayor parte del año escondido en algún rincón del armario. Cuando de repente amenaza lluvia, o no lo llevas y te calas, o lo llevas y no llueve.<br /> Y por fin llega ese día que coincide que lo has cogido y empieza a llover. ¡Vaya!, ¡que alegría, hoy voy a abrir mi paraguas! Entonces con una espléndida sonrisa abres el artilugio pensado que has acertado y que no te vas a mojar y que...<br />¡Madre mía cómo llueve!, salpica por todos lados, además hace viento, me estoy mojando entera, el paraguas se vuela y se deforma hacia arriba, me agarro a él como puedo, tiro de las varillas para recomponerlo, me pego la cabeza al centro, me chorrea el agua por los codos pero yo sigo aferrada a mi querido compañero...tampoco sé para qué, si ya estoy empapada. Pero sigo toda digna aguantando hasta que llego a mi destino o a un cobijo para resguardarme. Intento cerrar el paraguas... tampoco es fácil, cada varilla mira pa donde puede y la tela... ¡a ver quien lo pliega ahora ! Pobre paraguas,¡ con lo bien que estabas tú en el armario! Total, pa tirarlo ...y yo hecha una sopa. Pero bueno, después de todo, lo mejor es, como siempre, acabar riéndose de uno mismo y disfrutar de cada momento.<br />¿A que sí? Gracias Iker por recordarme estas vivencias<br />MayteAnonymousnoreply@blogger.com