Ir al contenido principal

Plátano vs. banana

El plátano es más dulce que la banana pero ¿sabemos diferenciar entre estas dos ricas frutas? Lo primero que debemos aclarar es que el plátano se cultiva en las Islas Canarias y el “plátano macho” es un fruto más grande que el plátano y la banana. 

Plátano partido en rodajas

Otra de la grandes diferencias entre uno y otra es su forma y tamaño. La banana es más grande, larga, gruesa y recta que el plátano. En cuanto al color, la banana es más blanquecina, lisa y no presenta manchas. Eso sí, el plátano es más dulce porque tiene mayor cantidad de hidratos de carbono, entre ellos menos almidones y más azúcares (fructosa, glucosa y sacarosa), por eso se utiliza en repostería como sustituto del azúcar. 

Lo más curioso, es que el plátano no engorda, ya que su contenido en grasas y proteínas es muy bajo. El aporte calórico de la banana es algo superior al de su “primo” canario. ¿Y entonces, qué es mejor, el plátano o la banana? Todo depende de cómo se consuma, de la tradición culinaria de cada país o de nuestros gustos personales. 

Bananas

Por su sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), su aporte nutricional, su agradable sabor dulce y porque es de nuestras islas, yo me decanto por el plátano. Que cada uno defienda lo suyo, en alimentación también. 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

6 cosas que no hacer según los estoicos

Estoicos  1. “No sufras por problemas imaginados. Ocurrirán o no ocurrirán. No sufras antes de que sea necesario” - Séneca.  Séneca 2. “No te quejes, ni siquiera contigo mismo” - Marco Aurelio. 3. “No te compares con otros” - Epicteto. Epicteto 4. “No vincules tu identidad a las cosas materiales que posees” - Séneca.  5. “No hables más de lo que escuchas. Dos oídos, una boca” - Zenón.  Zenón 6. “Tú también te equivocas, así que no juzgues a otras personas” - Marco Aurelio.  Marco Aurelio 

El verdadero propósito de la lectura

“Maestro, he leído tantos libros... pero he olvidado la mayoría. ¿Para qué leer?”. Esa fue la pregunta de un estudiante curioso. El maestro no respondió. Solo miró en silencio.  Unos días después, estaban sentados junto a un río. De repente, el anciano, dijo:  “Tengo sed. Tráeme agua... pero usa ese colador viejo que está en el suelo”.  El estudiante pareció confundido. Era una petición ridícula. ¿Cómo podía alguien traer agua en un colador lleno de agujeros? Pero no se atrevió a discutir. Tomó el colador y lo intentó. Una vez. Dos veces. Una y otra vez... Corrió más rápido, lo inclinó de otra manera, incluso intentó tapar los agujeros con los dedos.  Nada funcionó. No pudo retener ni una sola gota. Agotado y frustrado, dejó caer el colador a los pies del maestro y dijo:  “Lo siento. Abandono. Es imposible”.  El maestro lo miró con amabilidad y dijo:  “No abandonaste. Mira el colador...”.  El estudiante bajó la mirada... y notó algo.  El viej...

Chonis y canis

Los 2000 son sinónimo de música electro, pantalones de campana, pitillos y plataformas, pero también de chonis y canis. ¿Qué es ser una choni? ¿Y un cani? ¿Qué les diferencia del resto? Ambos llaman la atención a kilómetros de distancia y su vocabulario se reduce a las mil palabras, la mayoría malsonantes e inventadas.  Grupo de chonis El uniforme reglamentario de una choni es el chándal, de Nike a ser posible. Una choni es una persona hortera de generoso escote que viste colores chillones con estampados llamativos. El abrigo de una choni también se distingue rápidamente del resto. Son gruesos, de color blanco o negro y con capucha esquimal. En su particular vestuario tampoco pueden faltar las plataformas pasadas de moda, los  piercings , tatuajes y pendientes de aro.  Choni El exceso de maquillaje es otro de sus distintivos. Llevan pintada la raya del ojo hasta casi tocar las orejas, labios de color intenso, sombra de ojos hasta las cejas y pestañas post...