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Las extravagancias de los famosos

Aunque nos cueste admitirlo, todas y todos tenemos alguna manía o rareza, pero la palma siempre se la llevan nuestros famosos. ¿Sabías que los Beckham contrataron a un mayordomo por 1.800 euros para que les abriera los regalos de Navidad? 

Madonna, la reina del pop, tampoco se escapa de esta larga lista de excentricidades y cada vez que se hospeda en un hotel exige que instalen un inodoro totalmente nuevo a su llegada y que lo destruyan al marcharse. Beyoncé tampoco se queda atrás y para celebrar el primer cumpleaños de su hija, ella y su marido le regalaron una Barbie de 60.000 euros, una muñeca que estaba hecha de 160 piedras de diamantes, así como incrustaciones de oro blanco. 

La cantante y actriz Jennifer Lopez

Curioso es también que Elton John mandara comprar unas orquídeas en Singapur para enviarlas al hotel más caro y lujoso de Chile donde se alojó varias noches o que Paris Hilton se gastara una fortuna para enterrar a su cabra junto al nicho de Marilyn Monroe. Jennifer Lopez es otra de las celebrities que aprovecha su popularidad y mandó cerrar un centro comercial para poder hacer las compras tranquila. 

Lady Gaga es de las que pide a los hoteles que no cierren sus restaurantes por la noche y los Rolling Stones exigen en cada concierto una sala de primeros auxilios por lo que pueda pasar. Julia Roberts, la sonrisa más célebre de Hollywood, ha declarado en más de una ocasión que uno de los secretos para mantener su piel en buen estado es bañarse en agua mineral. 

Y de entre todos estos disparates, el que más llama mi atención es el de Frank Sinatra, que fue enterrado con una botella de güisqui y una moneda de diez centavos para que pudiera hacer una llamada de emergencia. ¿La habrá llegado a usar? Y lo más importante: ¿Quién habrá sido la persona afortunada de charlar telefónicamente con uno de los cantantes más populares de todos lo tiempos desde el más allá? 

Frank Sinatra

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