¿Qué tienen en común Paco, Chelo, Lola, Nacho, Chus, Pepe, Quique y Merche? Pues que todos ellos son hipocorísticos, diminutivos cariñosos o abreviaturas de nombres reales que utilizamos, sobre todo, en el entorno familiar.
Pepe Sacristán |
El hipocorístico no es más que una descomposición del nombre real. La mayoría se forman a partir del uso de las últimas sílabas, por eso Fernanda pasa a llamarse Nanda, y si le añadimos un sufijo quedaría Nandita. Horrible, a que sí.
Lola Flores |
¿Sabías que el hipocorístico más famoso de España y uno de los más utilizados es Pepe? Corresponde al nombre de José, que en latín se denominaba Pater Putativus (padre supuesto, tenido por padre), forma que en latín solía abreviarse como P. P, y de ahí proviene Pepe.
Llamadme tiquismiquis pero yo sigo sin entender el motivo real de simplificar ciertos nombres. Imagino que en muchas ocasiones se hace por desidia, por la desgana de pronunciar una palabra de tres sílabas. ¿En qué momento ha derivado Enrique en Kiki o Cayetana en Tana? Por no hablar de Kiko (Rivera), es escucharlo e, inevitablemente, pensar en el maíz tostado y crujiente que compramos en bolsitas.
Kiko Rivera |
Cuéntame, ¿estás a favor o en contra de estos apelativos cariñosos? Doy gracias a Dios por llamarme Iker.
Comentarios
Publicar un comentario