Lo siento por los moñas románticos y los creyentes en San Valentín, patrón de los enamorados, pero es que hablamos de un santo fake (falso), que no existe y nunca existió. De hecho, oficialmente, la Iglesia no lo celebra y durante el Concilio del Vaticano II fue “descatalogado” por el martirologio (listado o catálogo de los mártires o santos del cristianismo) en 1969.
El tal San Valentín |
Su leyenda es tan falsa que había hasta tres santos con su nombre: el de la historia, el africano y el agregado popular, Valentines que fueron descanonizados por carecer de valor histórico. Tal es su trapicheo que dicen que hay 3 o 4 cráneos y hasta 6 u 8 fémures del santo, reliquias que están repartidas en varios lugares: en las catacumbas romanas, en Terni (Italia) donde nació, en la Iglesia romana de Santa Práxedes y hasta en la Iglesia de San Antón de Madrid.
Eso sí, este fraude no impide que cada 14 de febrero se celebre mientras sea económicamente rentable para las floristerías, los restaurantes, las grandes superficies o los bazares chinos para los regalos más cutres. Fue el empresario Pepín Fernández, fundador de Galerías Preciados, quien importó esta fiesta de Estados Unidos a finales de los 40. La razón: ese día se vendía mucho. Y es que entre el Día de Reyes (6 de enero) y el Día del Padre (19 de marzo) la gente no se regalaba cosas.
Enamorados celebrando el santo que nunca existió |
Total, que el tal Valentín, el santo lapidado y decapitado por casar a parejas en secreto, es un timo y si es patrón de algo es de los comerciantes, pero no de los enamorados. Hagamos caso a la escritora francesa Madeleine de Scudéry que dijo: “El amor es un no sé qué, que aparece no se sabe dónde y que finaliza no se sabe cómo”. Quereos mucho. Hoy, también.
Pues si Iker! Que viva el amor de todos los días! Gracias
ResponderEliminar❤️❤️❤️
EliminarEra una entrada necesaria. Cualquier cosa pasada, sea tradición o no, susceptible de convertirse en negocio, negoció será.
ResponderEliminarAsí es. Un saludo.
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