Todo lo importante tiene su día marcado en el calendario y la croqueta no iba a ser menos. Aunque la lucimos como nuestra, no llegó a la península hasta finales del siglo XIX. Fue el aristócrata francés Louis de Bechamel quien marcó el preludio a la creación de esta clásica tapa. Su nombre deriva del verbo croquer (crujir) y de su variante femenina –en diminutivo– croquette (que podríamos traducir como "crujientita").
Croquetas de jamón serrano |
Para su elaboración se pueden usar una infinidad de combinaciones de ingredientes y cada país tiene su propia versión. Tanto aquí como en Francia la masa de la croqueta está compuesta por la tradicional bechamel o salsa blanca (leche, harina y mantequilla), en Alemania, Holanda y Filipinas se hacen de puré de papa, en Centroamérica de puré de yuca, y en Italia son elaboradas con arroz.
En cuanto a los rellenos, la croqueta combina prácticamente con todo: desde jamón ibérico, atún, pollo, bacalao, conejo, salmón, huevo o cordero. ¿Sabías que la típica receta de la croqueta surgió en medio de una época de hambruna? Entre los años 1918 y 1920 la gripe española asoló a gran parte de la población, seguida por la Guerra Civil de 1936. Y fue ahí, en medio de tanta necesidad, donde surgió la cocina de aprovechamiento y la croqueta que hoy conocemos.
Croquetas de pescado |
Recuerda que no puedes gustarle a todo el mundo, no eres una croqueta. ¡Feliz Día Internacional de la croqueta! 😋
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