De gritar.
De no quedarme con las ganas ni con la culpa.
De que se rían conmigo y no de mí.
De que me sueñen y también de soñar.
De decir lo que pienso y pensar lo que digo.
De decir basta y de mandar a la mierda.
De no creerme las excusas y tampoco de darlas.
De no conformarme.
De no arrepentirme.
De atreverme a todo.
De no mirar atrás.
De no buscar, quien quiera que me encuentre.
De sentir.
De que me necesiten porque me quieran y que no me quieran porque me necesiten.
De dejar huellas y no cicatrices.
De olvidar a quien se olvidó de mí.
De aceptar únicamente lo que yo crea que deba aceptar.
De bailar con o sin música.
De no dar explicaciones a quien no se las merece.
De besar.
De que me besen en los ojos, los labios y en el alma.
De quererme.
De ser feliz.
Estoy... en esa edad.
Madre e hija bailando |
Anónimo.
Está claro: tienes que dejar de ir al colegio.
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