Olvidamos demasiado pronto que una vez fuimos chiquitos.
Que el mundo se abría como una fruta madura bajo nuestros pies cada vez que saltábamos de la cama.
Todas nuestras primeras veces.
Olvidamos nuestro primer mar.
Nuestro primer vaso de agua.
Nuestro primer sol.
Nuestra primera lengua rozando un diente.
Nuestra primera palma de la mano apoyada en una pared.
Olvidamos demasiado pronto que nos cuidaron.
Que necesitamos de alguien para que nos limpiara.
Para que nos atara los zapatos o nos alimentara.
Para que vigilara que no nos cayéramos y para, si nos caíamos, que volvíamos a levantarnos.
Para cuidarnos.
Olvidamos demasiado pronto que no siempre fuimos las personas que somos hoy.
Plagadas de cansancios, desamores y facturas.
Llenas de cinismo.
Sin apenas creer ya en casi nada.
Olvidamos demasiado pronto que la vida fue mucho más sencilla.
Que bastaba con el ahora.
Que cada instante era una sorpresa.
Que también hemos venido a jugar.
Sin tomarnos tan en serio.
Sin hacer de todo un drama.
Sin permitirnos fallar.
Olvidamos demasiado pronto que esta realidad no va a ser para siempre.
Que las obligaciones son excusas para no cambiar lo que no nos gusta.
Que habrá una última vez para todo.
Y que lo único que quedará de nosotros.
Es un recuerdo en los demás.
Texto del libro "Haz que no parezca amor" de Roy Galán.
Que el mundo se abría como una fruta madura bajo nuestros pies cada vez que saltábamos de la cama.
Todas nuestras primeras veces.
Olvidamos nuestro primer mar.
Nuestro primer vaso de agua.
Nuestro primer sol.
Nuestra primera lengua rozando un diente.
Nuestra primera palma de la mano apoyada en una pared.
Olvidamos demasiado pronto que nos cuidaron.
Que necesitamos de alguien para que nos limpiara.
Para que nos atara los zapatos o nos alimentara.
Para que vigilara que no nos cayéramos y para, si nos caíamos, que volvíamos a levantarnos.
Para cuidarnos.
Olvidamos demasiado pronto que no siempre fuimos las personas que somos hoy.
Plagadas de cansancios, desamores y facturas.
Llenas de cinismo.
Sin apenas creer ya en casi nada.
Olvidamos demasiado pronto que la vida fue mucho más sencilla.
Que bastaba con el ahora.
Que cada instante era una sorpresa.
Que también hemos venido a jugar.
Sin tomarnos tan en serio.
Sin hacer de todo un drama.
Sin permitirnos fallar.
Olvidamos demasiado pronto que esta realidad no va a ser para siempre.
Que las obligaciones son excusas para no cambiar lo que no nos gusta.
Que habrá una última vez para todo.
Y que lo único que quedará de nosotros.
Es un recuerdo en los demás.
Texto del libro "Haz que no parezca amor" de Roy Galán.
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