Ir al contenido principal

Chiquitito, dime por qué

Olvidamos demasiado pronto que una vez fuimos chiquitos.

Que el mundo se abría como una fruta madura bajo nuestros pies cada vez que saltábamos de la cama.

Todas nuestras primeras veces.

Olvidamos nuestro primer mar.

Nuestro primer vaso de agua.

Nuestro primer sol.

Nuestra primera lengua rozando un diente.

Nuestra primera palma de la mano apoyada en una pared.

Olvidamos demasiado pronto que nos cuidaron.

Que necesitamos de alguien para que nos limpiara.

Para que nos atara los zapatos o nos alimentara.

Para que vigilara que no nos cayéramos y para, si nos caíamos, que volvíamos a levantarnos.

Para cuidarnos.

Olvidamos demasiado pronto que no siempre fuimos las personas que somos hoy.

Plagadas de cansancios, desamores y facturas.

Llenas de cinismo.

Sin apenas creer ya en casi nada.

Olvidamos demasiado pronto que la vida fue mucho más sencilla.

Que bastaba con el ahora.

Que cada instante era una sorpresa.

Que también hemos venido a jugar.

Sin tomarnos tan en serio.

Sin hacer de todo un drama.

Sin permitirnos fallar.

Olvidamos demasiado pronto que esta realidad no va a ser para siempre.

Que las obligaciones son excusas para no cambiar lo que no nos gusta.

Que habrá una última vez para todo.

Y que lo único que quedará de nosotros.

Es un recuerdo en los demás.


Texto del libro "Haz que no parezca amor" de Roy Galán.

Comentarios

Entradas populares de este blog

6 cosas que no hacer según los estoicos

Estoicos  1. “No sufras por problemas imaginados. Ocurrirán o no ocurrirán. No sufras antes de que sea necesario” - Séneca.  Séneca 2. “No te quejes, ni siquiera contigo mismo” - Marco Aurelio. 3. “No te compares con otros” - Epicteto. Epicteto 4. “No vincules tu identidad a las cosas materiales que posees” - Séneca.  5. “No hables más de lo que escuchas. Dos oídos, una boca” - Zenón.  Zenón 6. “Tú también te equivocas, así que no juzgues a otras personas” - Marco Aurelio.  Marco Aurelio 

Chonis y canis

Los 2000 son sinónimo de música electro, pantalones de campana, pitillos y plataformas, pero también de chonis y canis. ¿Qué es ser una choni? ¿Y un cani? ¿Qué les diferencia del resto? Ambos llaman la atención a kilómetros de distancia y su vocabulario se reduce a las mil palabras, la mayoría malsonantes e inventadas.  Grupo de chonis El uniforme reglamentario de una choni es el chándal, de Nike a ser posible. Una choni es una persona hortera de generoso escote que viste colores chillones con estampados llamativos. El abrigo de una choni también se distingue rápidamente del resto. Son gruesos, de color blanco o negro y con capucha esquimal. En su particular vestuario tampoco pueden faltar las plataformas pasadas de moda, los  piercings , tatuajes y pendientes de aro.  Choni El exceso de maquillaje es otro de sus distintivos. Llevan pintada la raya del ojo hasta casi tocar las orejas, labios de color intenso, sombra de ojos hasta las cejas y pestañas post...

El verdadero propósito de la lectura

“Maestro, he leído tantos libros... pero he olvidado la mayoría. ¿Para qué leer?”. Esa fue la pregunta de un estudiante curioso. El maestro no respondió. Solo miró en silencio.  Unos días después, estaban sentados junto a un río. De repente, el anciano, dijo:  “Tengo sed. Tráeme agua... pero usa ese colador viejo que está en el suelo”.  El estudiante pareció confundido. Era una petición ridícula. ¿Cómo podía alguien traer agua en un colador lleno de agujeros? Pero no se atrevió a discutir. Tomó el colador y lo intentó. Una vez. Dos veces. Una y otra vez... Corrió más rápido, lo inclinó de otra manera, incluso intentó tapar los agujeros con los dedos.  Nada funcionó. No pudo retener ni una sola gota. Agotado y frustrado, dejó caer el colador a los pies del maestro y dijo:  “Lo siento. Abandono. Es imposible”.  El maestro lo miró con amabilidad y dijo:  “No abandonaste. Mira el colador...”.  El estudiante bajó la mirada... y notó algo.  El viej...