Son días de alegría, juerga, baile y cante en la Feria de Abril de Sevilla, pero en esta popular fiesta también se come y se bebe. Su origen se remonta a 1846 cuando dos concejales, Narciso Bonaplata (catalán) y José María Ybarra (vasco) redactaron una propuesta al Ayuntamiento en la que pedían una feria agrícola y ganadera.
La primera feria, inaugurada un año después, contó con 19 casetas y fue un éxito con cerca de 25.000 visitantes. Al siguiente año los comerciantes solicitaron una mayor presencia policial porque "los sevillanos y sevillanas, con sus cantes y bailes, dificultaban la realización de los tratos". En 1858 la feria ya contaba con 119 casetas y a partir de 1906 comenzó a instalarse anualmente una portada de entrada al recinto.
Actualmente, la Feria de Abril ocupa un terreno de 1.200.000 metros cuadrados y se divide en tres zonas diferenciadas: la calle del Infierno (un parque de atracciones), el Real de la Feria y los aparcamientos. Sus 15 calles albergan más de mil casetas que son engalanadas con farolillos y por sus caminos circulan unas 500.000 personas cada día. La feria está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Flamencas bailando en la feria |
¿Sabías que siempre se celebra una o dos semanas después de Semana Santa? Y a ella no se acude en chándal. Si ellos lucen un elegante traje de chaqueta, ellas presumen de volantes con su traje de flamenca. Entre el baile, el rebujito y el pescaíto como para no pasárselo en grande.
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