Ir al contenido principal

Ponerse en los zapatos del otro

Si hace unos días expliqué tres razones para dejar de criticar a los demás, hoy comparto una reflexión:

Un médico entró en el hospital deprisa después de haber sido llamado a una cirugía urgente. Él contestó la llamada lo antes posible, se cambió de ropa y se fue directamente a la sala de cirugía. El médico encontró al padre del niño yendo y viniendo en la sala de espera. Una vez al verlo, el padre gritó: "¿Por qué se ha demorado tanto en venir? ¿No sabe que la vida de mi hijo está en peligro? ¿No tiene usted sentido de la responsabilidad?". 

El médico sonrió y dijo: "Lo siento, yo no estaba en el hospital y vine lo más rápido que pude después de recibir la llamada. Y ahora, me gustaría que se calme para que yo pueda hacer mi trabajo". 

"¿Que me calme? ¿Qué pasaría si fuera su hijo el que estuviera en esta habitación ahora mismo, estaría calmado? Si su hijo se estuviera muriendo ahora, ¿qué haría?", dijo el padre enojado. 

El médico volvió a sonreír y contestó: "Voy a decir lo que dijo Job en la Biblia: De polvo venimos y al polvo volveremos, bendito sea el nombre de Dios". "Los médicos no pueden prolongar la vida. Ir e interceptad por su hijo, vamos a hacer todo lo posible por la gracia de Dios". 

"Dar consejos cuando no estamos en problemas es tan fácil", murmuró el padre.

La cirugía se llevó a cabo y luego de algunas horas el médico salió sonriente. "¡Gracias a Dios! ¡Su hijo se ha salvado!". 

Y sin esperar la respuesta del padre, el doctor muy apurado miró su reloj y salió corriendo. Mientras se marchaba le dijo: "Si usted tiene alguna pregunta, ¡pregúntele a la enfermera!". 

"¿Por qué él es tan arrogante? ¿No podía esperar algunos minutos más para preguntarle más sobre el estado de mi hijo?".

La enfermera respondió con lágrimas en su rostro: "El hijo del doctor murió ayer en un accidente de carretera, y el médico estaba en el cementerio cuando usted le llamó para que realizara la cirugía de su hijo, y ahora le ha salvado, déjelo ir, ya se va corriendo para finalizar el entierro de su hijo". 

El padre del niño
Moraleja: Nunca juzgues a nadie, porque nunca se sabe cómo es su vida ni por lo que está pasando. 

Comentarios

  1. Sabia moraleja. Tenemos una visión del mundo demasiado unidireccional, creemos que todo el mundo está para atendernos, ya sea urgente o no. Debemos tratar con respeto a los demás, el mismo que nos gustaría recibir. Me encantó el relato. Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Adivina la película

¿Te consideras una persona cinéfila o experta del séptimo arte? Si adivinas qué 30 películas se esconden tras los simpáticos emojis del WhatsApp, entonces es que lo eres.  Películas con emojis Venga, demuestra todo lo que sabes. ¡Comenzamos! 1. 👶👓⚡️🏰✨🎓💫😱😵 2. 🇯🇵💣🇺🇸⚓️ 3. 👨🏻👨🏻🏕❤️🗻 4. 👦🏾📞🎉💰🚆👫 5. ✏️📒👫❤️ 6. 🌊🌊🌴🌴👨‍👩‍👦‍👦🏥 7. 🏠😱🎄👦🏼 8. 🍬🏃🏻🏃🏻🏃🏻🏃🏻 9. 👴🏼➡️👨🏼➡️👦🏼➡️👶🏼 10. 4️⃣👰🏻1️⃣⚰ 11. 😈👗👠 12. 👽🚲🏠☎️ 13. 👧🏼👜🌂🎶 14. 🍴🙏🏼❤️ 15. 📖🌴 16. 🕒🔧🍊 17. 🔪👩🏻🚿 18. 💩💃💃 19. 🐛🐜🐞🐜 20. 👦🏻🍫🏭 21. 🐀🍝🍛🍲🍜 22. 👥 23. 👦🏻💍➡️🌋 24. 👼⛪️😈 25. 🚢 26. 🌃🏤👨🏻🔦🗿🐒 27. 👦🏻✂️🙌🏻 28. 🌅🦁👑🐗🐘 29. 👸📝 30. 🌍🙊🙉🙈🐒🐵 Niño pensativo ¿Listo? Comprobemos los resultados.  Soluciones: 1. Harry Potter 2. Pearl Harbor 3. Brokeback Mountain 4. Slumdog Millionaire 5. El diario de Noa 6. Lo imposible 7. Solo en casa 8. Forrest Gump 9. El curioso caso de Benjamin Button 10. Cuatro

La princesa busca marido

Había una vez una princesa que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día.    Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, también se fueron. Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente este joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días. La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedab

La familia y el burro

Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así se fueron los tres con su burro.  Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba:  "Mira ese chico mal educado; él arriba del burro, y los pobres padres, ya mayores, llevándolo de las riendas". Entonces, la mujer le dijo a su esposo:  "No permitamos que la gente hable mal del niño". El esposo lo bajó y se subió él.  Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: "Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima". Entonces, tomaron  la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas. Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba:  "Pobre hombre, después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro... ¡y pobre del hijo, qué le espera con esa madre!". Se pusieron de acuerdo y decidi