Hoy rescato el discurso final de Candela Peña en La boda de Rosa (2020) de Iciar Bollaín. Un alegato que es oro molido y que deberíamos aplicar cada día con nosotros mismos:
Muchísimas gracias a todos por estar aquí. Muchísimas gracias por venir. Hoy es un día muy especial para mí. Es un día que me gustaría recordar el resto de mi vida. Hoy voy a casarme porque he decidido comprometerme conmigo misma, porque para que te traten con respeto y amor te tienes que respetar y amar tu la primera, y eso es lo que quiero prometer aquí hoy delante de todos vosotros.
Prometo respetarme, cuidarme. Prometo escucharme. Prometo perdonarme. Prometo hacer lo que me haga bien a mí. Prometo preguntarme a mí misma primero antes que preguntar lo que quieren los demás. Prometo llevar a cabo mis sueños y mis deseos. Prometo quererme con todo mi corazón todos los días de mi vida. También quiero renunciar a poner mi felicidad en manos de los demás. Y por último, renuncio a ser obediente.
Todo empieza en una misma.
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