La salud no siempre viene de los genes o los buenos hábitos.
1. La mayoría de las veces se genera desde la paz mental, la paz en el corazón y en el espíritu.
2. Viene con la risa, el buen humor aún en los peores momentos, de la aceptación genuina de uno mismo y de los demás.
3. Viene con la música que nos alegra y acelera nuestras neuronas.
4. Viene con el amor y el cuidado de nosotros mismos y la aceptación de los demás.
5. Viene de los alimentos saludables e imprescindibles que nos proveen de energía y los cuales no están propiamente en un plato balanceado.
Por ejemplo:
6. En las calorías de un abrazo fuerte aún en la distancia.
7. En las proteínas de un "te quiero", "te amo", "te adoro".
8. En los omegas de un "aquí estoy".
9. De la dopamina que genera inmediatamente un "te ves increíble".
10. En el anticancerígeno por excelencia que proporcionan la honestidad indiscutible y la fiel compañía de los amigos y familia.
11. En todo lo anterior, siempre acompañado por los antioxidantes que no vienen exactamente en una copa de vino rojo, sino de la conversación con esa persona especial que te escucha y te hace sentir que ese es el momento correcto para ambos.
12. En las bendiciones y los buenos deseos que damos y recibimos a diario y en cada momento.
13. En las oraciones que elevamos por los demás y por nosotros mismos.
14. En la sinceridad con la que realizamos nuestros actos de caridad y de bien, sin saber a quién.
15. En nuestra fe, en la aceptación de que todo lo que nos sucede, aún sin entenderlo, son los verdaderos planes de Dios para con nosotros, y que siempre éstos serán mejores que nuestros planes.
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