La puntualidad es cortesía, educación y respeto, un hábito importante en nuestra vida que dice mucho de nuestra personalidad. Se trata de llegar a un lugar o partir de él a la hora convenida, en hacer las cosas a su debido tiempo. Denota orden, responsabilidad, compromiso e interés. Además, mejora el ambiente laboral y disminuye las interrupciones.
La puntualidad |
La impuntualidad, sin embargo, produce estrés y expresa pereza, desorden, olvido, irresponsabilidad, despiste, inseguridad, narcisismo, falta de respeto, incluso una rebeldía mal encausada. Esta mala costumbre puede generar un efecto de contagio similar al de la risa: si uno llega tarde, los demás también.
Afortunadamente, llegar siempre a deshora se puede corregir. Lo primordial es saber organizarse. Las alarmas del móvil y las notas adhesivas son muy útiles para recordar citas y compromisos. Tan importante es no acumular obligaciones como adquirir conciencia sobre el valor del tiempo, el tuyo y el de los demás.
Las impuntualidad es una falta de respeto |
Educa a tus hijos en la puntualidad. Si vas a llegar tarde, avisa, y procura no hacer de la impuntualidad un hábito. Deja de pensar solo en ti.
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