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Un premio Gordo para tapar agujeros

Con más de 200 años de historia, el décimo de la lotería de Navidad se ha ido encareciendo, pasando de los 40 reales de 1812, a las 3.000 pesetas, que con la llegada del euro en 2002 se convirtieron en 20 euros. 

Afortunados celebran el primer premio del sorteo en 2022

Lo cierto es que el premio, aunque también ha ido incrementando, ya no sirve para vivir de forma holgada, sino para tapar agujeros o finiquitar la hipoteca. Digamos que es un Gordo más flaco y que ya no llega para comprar un piso en muchas ciudades españolas. 

Con los 328.000 euros que ahora se reciben tras pagar a Hacienda, daría para comprar un piso y cinco coches, aunque no en cualquier sitio. Con ese importe apenas llegaría para un solo piso de 100 metros cuadrados en la Comunidad de Madrid, en Baleares o en Gipuzkoa, pero sí para comprar hasta cuatro en las provincias de Ciudad Real, Cuenca, Jaén y Zamora. 

Si echamos la vista atrás, el Gordo de 1967 permitía comprar hasta 12 pisos y 22 coches. En 1977 se podían comprar 4 pisos y hasta 4 coches. Con los Gordos de 1984 o de 1991 –de 25 y 30 millones de pesetas– aún se podían comprar varios inmuebles y coches. El sorteo de 2002 fue el primero en euros y solo en 2011, con el aumento del Gordo a 400.000 euros, se volvió a poder comprar un par de viviendas. 

Es evidente que éste sorteo genera mucha ilusión y que ayuda a vivir mejor, pero dejar de trabajar no es una buena idea. 

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