Estoy cansado del inmovilismo de una sociedad que parece aceptar sin rechistar tanto engaño y tanta injusticia. Sánchez afirma que Ábalos era un gran desconocido en lo personal para él, mientras el PP eleva el sueldo de Mazón como diputado al situarlo en una comisión sin actividad legislativa. Pero el “peligroso” es el cantante Dani Martín por animar en un concierto a no votar a nadie. Yo me inclino más hacia lo que plantea el segundo: esta democracia, que en realidad no existe, se ha convertido en un circo que solo enriquece a unos pocos y empobrece a la mayoría que madrugamos cada día para trabajar.
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| El negocio de los impuestos verdes |
Ya vimos cómo se llenaron los bolsillos con las mascarillas durante la falsa pandemia de la OMS, y ahora pretenden repetir la jugada con las balizas que serán “obligatorias” a partir del 1 de enero. Basta ya de que nos tomen por imbéciles. Los mismos que dicen no poder hacer nada frente a la subida de los precios de los alimentos, se comprometen sin embargo a luchar contra el “timo cambiático” friéndonos a impuestos verdes que nos dejan secos y sin ahorros.
No sorprende que, ante este panorama, partidos como VOX crezcan en intención de voto. PSOE y PP han demostrado ser incapaces de representar a la ciudadanía y deberían rendir cuentas. Por mi parte, seguiré al margen de esta parafernalia que llaman democracia, porque lo que tenemos hoy no es más que una farsa diseñada para mantener a unos pocos en el poder.
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