2025 está siendo un año marcado por grandes pérdidas en el mundo del arte. Este miércoles nos ha dejado Robe Iniesta, alma y voz de Extremoduro, a los 63 años. El músico había sido diagnosticado con un tromboembolismo pulmonar que le obligó a cancelar su última gira, truncando así los planes de volver a encontrarse con su público.
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| Robe Iniesta |
Lo cierto es que el extremeño, a diferencia de Bosé y Bunbury, aceptó sin resistencia la estafa covidiana, con todo lo que implicaba, incluido el pinchazo. ¿El coste de esa obediencia? Tal vez nunca lo sabremos, pero la duda queda flotando en el aire. En cualquier caso, con su partida se apaga una de las figuras esenciales del rock español, conocida por su lírica poética, su autenticidad y su impacto generacional.
Roberto Iniesta Ojea nació en Plasencia (Cáceres) en 1962 y en 1987 fundó la banda que revolucionó el rock español con su estilo transgresor y letras cargadas de poesía y crudeza. Álbumes como Agila, Deltoya, La ley innata y Somos unos animales marcaron a generaciones. En 2015 empezó su carrera en solitario con discos como Lo que aletea en nuestras cabezas y Se nos lleva el aire.
En 2024 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes por su contribución a la cultura y la música española. Robe, además de cantante, también era poeta y escritor, con una visión filosófica de la vida que impregnaba sus letras. A pesar de su fama, siempre mantuvo un perfil bajo y una actitud crítica hacia la industria musical. De hecho, el que era considerado por muchos como “el último gran filósofo, humanista y literato contemporáneo de lengua hispana”, dejó preparada su herencia artística y empresarial antes de fallecer, mostrando su previsión y compromiso con su legado.
Un grande, que pena ,y cuántos casos como el suyo
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