Ir al contenido principal

El poder del pensamiento

Nuestros pensamientos impactan sobre nuestras emociones y conductas, bien lo contó una vez Paul M. Salkovskis (un psicólogo cognitivo de renombre):

Tres hombres pisan una caca. El primero piensa: "Esto es cosa del vecino, que es un mal nacido, y solo quiere amargarme la vida. Seguro que ha traído a su perrito aquí para ensuciarme mis zapatos nuevos. Siempre está intentando fastidiarme". Obviamente, la emoción que tendrá este hombre, será "ira". El segundo hombre, pisa la caca y piensa: "Soy incapaz de hacer nada bien. Soy un absoluto desastre y voy a equivocarme en todo toda mi vida. No valgo para nada". La emoción en este caso será, con toda probabilidad "tristeza". El tercer hombre piensa: "¡Menos mal que no me puse las chanclas!"; aquí la emoción que todos le adivinamos es alegría, alivio... 

Escultura de una chancla pisando excrementos
A los tres les ha pasado lo mismo. Cada uno ha tenido una respuesta emocional diferente... porque han pensado (interpretado) la misma situación de forma diferente. 

Así que ya sabes, si pisas caca con zapatos, piensa en la suerte que tienes. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

6 cosas que no hacer según los estoicos

Estoicos  1. “No sufras por problemas imaginados. Ocurrirán o no ocurrirán. No sufras antes de que sea necesario” - Séneca.  Séneca 2. “No te quejes, ni siquiera contigo mismo” - Marco Aurelio. 3. “No te compares con otros” - Epicteto. Epicteto 4. “No vincules tu identidad a las cosas materiales que posees” - Séneca.  5. “No hables más de lo que escuchas. Dos oídos, una boca” - Zenón.  Zenón 6. “Tú también te equivocas, así que no juzgues a otras personas” - Marco Aurelio.  Marco Aurelio 

El verdadero propósito de la lectura

“Maestro, he leído tantos libros... pero he olvidado la mayoría. ¿Para qué leer?”. Esa fue la pregunta de un estudiante curioso. El maestro no respondió. Solo miró en silencio.  Unos días después, estaban sentados junto a un río. De repente, el anciano, dijo:  “Tengo sed. Tráeme agua... pero usa ese colador viejo que está en el suelo”.  El estudiante pareció confundido. Era una petición ridícula. ¿Cómo podía alguien traer agua en un colador lleno de agujeros? Pero no se atrevió a discutir. Tomó el colador y lo intentó. Una vez. Dos veces. Una y otra vez... Corrió más rápido, lo inclinó de otra manera, incluso intentó tapar los agujeros con los dedos.  Nada funcionó. No pudo retener ni una sola gota. Agotado y frustrado, dejó caer el colador a los pies del maestro y dijo:  “Lo siento. Abandono. Es imposible”.  El maestro lo miró con amabilidad y dijo:  “No abandonaste. Mira el colador...”.  El estudiante bajó la mirada... y notó algo.  El viej...

Chonis y canis

Los 2000 son sinónimo de música electro, pantalones de campana, pitillos y plataformas, pero también de chonis y canis. ¿Qué es ser una choni? ¿Y un cani? ¿Qué les diferencia del resto? Ambos llaman la atención a kilómetros de distancia y su vocabulario se reduce a las mil palabras, la mayoría malsonantes e inventadas.  Grupo de chonis El uniforme reglamentario de una choni es el chándal, de Nike a ser posible. Una choni es una persona hortera de generoso escote que viste colores chillones con estampados llamativos. El abrigo de una choni también se distingue rápidamente del resto. Son gruesos, de color blanco o negro y con capucha esquimal. En su particular vestuario tampoco pueden faltar las plataformas pasadas de moda, los  piercings , tatuajes y pendientes de aro.  Choni El exceso de maquillaje es otro de sus distintivos. Llevan pintada la raya del ojo hasta casi tocar las orejas, labios de color intenso, sombra de ojos hasta las cejas y pestañas post...