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– me quiero

primero
fui a por mis palabras
los no puedo, no voy, no soy lo suficientemente buena. 
las puse en fila y les pegué un tiro
después fui a por mis pensamientos
invisibles y omnipresentes
no había tiempo para juntarlos uno por uno
tenía que lavarlos
me quité un pañuelo de lino del pelo
lo remojé en un cuenco con menta y agua de limón
lo llevé en la boca mientras trepaba
por mi trenza hasta la nuca
de rodillas empecé a limpiarme la mente
me llevó veintiún días
me salieron moratones en la rodillas pero
no me importó
no me dieron aire
para que mis pulmones se asfixiaran
me rascaría la autodestrucción del hueso
hasta que el amor saliera a la luz

– me quiero

El sol y sus flores 

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