¿Has oído hablar sobre los baños de bosque? ¿En qué consisten? ¿Cuáles son sus efectos?
El shinrin-yoku, que significa "absorber la atmósfera del bosque", consiste en conectar con el medio ambiente a través de las emociones y los cinco sentidos. Basta con pasear relajadamente por un bosque, sumergirse en su belleza o disfrutar de la explosión de sensaciones, colores, olores y texturas que nos rodean.
Bosque de coníferas |
Se trata de una técnica que introdujo Japón en su sistema de salud en los años ochenta para reducir los altos niveles de estrés de la población. Su objetivo: salvaguardar los bosques, que ocupan el 70% de la naturaleza, y a la vez dar respuesta terapéutica a realidades urbanas como Tokio o Kioto, rodeadas de tecnología, asfalto, aceleración y estrés.
El poder sanador del bosque |
Los efectos de un baño de bosque son físicos y psíquicos y duran hasta 30 días en el cuerpo humano. Según inmunólogos y expertos en medicina forestal, los árboles centenarios de los viejos bosques generan fitoncidas, sustancias volátiles que producen los árboles leñosos y que, cuando las respiramos, activan y fortalecen nuestro sistema inmunitario, regulan los niveles de cortisol –la hormona del estrés– y la glucosa, calman el sistema nervioso y alivian los procesos inflamatorios y el insomnio. Además, estabilizan la presión arterial y el ritmo cardiaco y mejoran la concentración y la creatividad.
Bosque en otoño |
Una práctica sencilla y natural que mejora nuestra salud física y mental.
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