El txakoli se obtiene de las variedades Hondarribi Zuri (blanco en euskera) y Hondarribi Beltza (negro en euskera) y se caracteriza por ser un vino blanco joven, fresquito y afrutado. Su graduación alcohólica es baja y se le reconoce fácilmente por el burbujeo carbónico y su singular acidez.
Txakoli |
El txakoli se elabora principalmente en el País Vasco, aunque también hay pequeñas plantaciones en Cantabria y el norte de Burgos. Inicialmente estaba ligado al consumo propio en los baserris (caserios) donde se producía. Ya desde el siglo XIV se conocen cultivos de txakoli en las tres provincias vascas, aunque su fama no llegó hasta el siglo XVIII y principios del XIX. Su decadencia llegó a finales del XIX por la desaparición de las leyes proteccionistas, la aparición de plagas y la industrialización. A finales del siglo pasado algunos bodegueros de los tres territorios históricos se reunieron para tomar medidas y evitar su desaparición.
Viñedos de txakoli |
En 1989 se creó la Denominación de Origen Getariako Txakolina, en 1994 la D. O. Bizkaiko Txakolina y en 2001 la D. O. Arabako Txakolina. Este vino marida excepcionalmente bien con pescados y mariscos y lo ideal, para evitar una acidez excesiva, es tomarlo a una temperatura de entre 7 y 10 grados.
Recuerda que cuando pidas un txakoli siempre te servirán el blanco, pero no es el único que existe. Los hay blancos, crianza, rosados y tintos. Eso sí, el blanco representa un 95% de la producción, por eso es el que más se sirve. ¿Y a ti cuál te gusta?
El rey del vino blanco |
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