"Romero, romero, que salga lo malo y entre lo bueno" dice el refrán, y qué gran verdad. Hablamos de una planta aromática silvestre que abunda en matorrales, claros de bosques, laderas pedregosas y márgenes de caminos.
Las hojas de este arbusto son finas y tienen un sabor y un olor fuerte que recuerda al pino. Su flor es pequeña y de color blanco, rosado, azul o púrpura, y tiene usos alimentarios y cosméticos. Si el clima lo permite, la salvia rosmarinus (conocida popularmente como romero) florece durante casi todo el año.
Romero |
De las virtudes del romero puede escribirse un libro entero. Esta hierba leñosa perenne mejora la memoria y la circulación, alivia el dolor y los problemas digestivos y calma el estrés y la ansiedad. El romero es anticancerígeno, antioxidante y antiinflamatorio, contribuye a eliminar la jaqueca y presenta un efecto restaurador sobre el hígado y la vesícula. Esta maravillosa planta aromática también protege la piel y el cabello.
¿Sabías que el alcohol de romero se usa para tratar la alopecia y determinadas dolencias cutáneas como la dermatitis y los eccemas?
Infusión de romero |
El romero puede consumirse en infusión, en vino o en aceite. Por sus propiedades antisépticas se puede aplicar sobre llagas y heridas como cicatrizante y su humo se utiliza como tratamiento para el asma.
Un proverbio más: "Quien ve romero y no lo coge, del mal que le venga no se enoje".
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