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No hacer nada también es hacer algo

Vivimos acelerados, hiperconectados, rodeados de estímulos y llenamos toda nuestra jornada de actividades y quehaceres, incluso los fines de semana. Ocupaciones que nos hacen creer que si no estamos haciendo algo perdemos el tiempo. Pero no es así, porque nuestro cerebro también necesita descanso. 

Hombre practica el nadismo

Contemplar la lluvia, divagar, dormir hasta tarde o no hacer literalmente nada es tremendamente beneficioso para nuestra salud. Los momentos que llamamos de aburrimiento son en realidad una invitación a conectar con nosotros mismos. Cuando paramos el cerebro se limpia, se oxigena y rebrota la creatividad. El silencio facilita la observación y de la calma surgen grandes ideas. 

Todas y todos necesitamos un descanso psicológico, dejar la mente en blanco y resetear para poder seguir. Por eso pensar en las musarañas o estar en Babia es un arte que deberíamos practicar más a menudo. Nadear (no hacer nada) nos aporta muchos beneficios: calma la mente, aumenta la creatividad, fomenta la introspección, da sentido a nuestras acciones y predispone a conectar con nosotros mismos y con los demás. 

Joven relajado en el sofá

¿Eres de los que ocupa todo su tiempo haciendo cosas y no sabes qué hacer con tu tiempo libre? Practica el nadismo. No hagas nada por un rato, tu cerebro te lo agradecerá. 

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