Protagonizada por un grupo de personas, Nighthawks (halcones nocturnos), es la obra maestra del pintor estadounidense Edward Hopper, pintura que retrata la soledad de la vida urbana en Nueva York.
Nighthawks, 1942 |
El sujeto principal no es una figura solitaria, sino que la escena evoca una sensación de soledad, los personajes no interactúan entre ellos. Nighthawks (1942) está ambientada a altas horas de la noche y la quietud de la pintura facilita que el espectador pueda sumergirse en la escena.
Casi escuchamos el zumbido de sus luces fluorescentes y el tintineo de las tazas de café de los clientes. Las calles están desiertas y la única luz es la del bar.
La soledad y el silencio son los grandes protagonistas de esta obra y sitúa al espectador fuera, espiando. Llama la atención la ausencia de puertas tanto para entrar como para salir del bar, como si de un escaparate se tratara.
El camarero del bar |
Va a ser verdad que vivimos ensimismados en una pecera, absortos, distraídos, alelados, perdidos en nuestros pensamientos, tal y como aquí retrata Hopper. El cuadro puede verse en el Instituto de Arte de Chicago.
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