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La reina del Nilo

Cleopatra, al igual que Virginia Woolf, también optó por quitarse la vida, pues su amado Marco Antonio se había suicidado y Octavio Augusto ya le había arrebatado el poder. Aunque no era tan bella como se creía, Cleopatra era una mujer inteligente que soñó con forjar un imperio multicultural y murió por su pueblo. 

Cleopatra en el cine

La última gobernante de la dinastía ptolemaica del antiguo Egipto no necesitaba intérpretes ni traductores en sus misiones diplomáticas. Estudió de la mano de los mejores maestros y llegó a dominar 8 idiomas. 

Fue en el 51 a. C. cuando pasó a ser la heredera al trono con 18 años. Un año después de su entronización se sublevó contra Ptolomeo XIII y tuvo que huir de Alejandría hacia Siria. Con la ayuda del general romano Julio César recuperó el trono y con él tuvo a su primer hijo, Cicerón. Más tarde, con Marco Antonio, dio a luz a dos gemelos y a un tercer hijo. El 31 a. C. Octavio les declara la guerra y estos se establecen en Éfeso, donde forman un ejército. El 2 de septiembre tiene lugar la batalla decisiva. Octavio se impone a Marco Antonio y Cleopatra, es el fin del sueño imperial de la reina: la unión decadente de Egipto con la emergente Roma. 

Cleopatra en la pintura

El cine y la publicidad siempre han distorsionado y adulterado su imagen, acusándola de malvada y manipuladora, pero Cleopatra fue una erudita, una gran pensadora y una de las soberanas más poderosas del mundo. 

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