Hace mucho tiempo conocí al amor de mi vida. Fue a primera vista: la primera vez que nuestros ojos se encontraron, me di cuenta. Qué suave era su piel. Desde entonces, ahí estamos. Me abraza fuerte y me avisa por adelantado de que la voy a liar. Y siempre tiene razón. Y aunque la cague mil doscientas veces, nunca se marcha. Siempre está. Me besa mejor que nadie. Cuando voy a descarrilar, es capaz de parar todos los trenes de mi mente. Sabe perfectamente cuál es mi comida preferida y algunas veces me sorprende con ella en la mesa. Lo da absolutamente todo por mí, aunque duela. La quiero más de lo que lo demuestro.
Y tengo la absoluta seguridad de que nunca me dejará, pase lo que pase. Fiel, totalmente fiel. Te quiero, mamá.
Defreds, del libro "Cuando abras el paracaídas".
Se lo dedico a las grandes abuelas, a las más veteranas, a las multi-mamás, a las que hacen de mamá y papá, a las mamá+mamá, a las mamás primerizas, a las que pronto lo serán, a las que lo intentan ser y a las que ya no están aquí. Y a la mía, por supuesto. A todas: GRACIAS.
¡Feliz Día de la Madre!
Gracias cariño, vosotros si que sois los amores de mi vida y esa preciosa pequeña, también, os quiero
ResponderEliminar¡Y nosotros a ti!
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