Fue un 13 de septiembre de 1501 cuando Michelangelo Buonarroti, conocido en español como Miguel Ángel, comenzó a realizar una de las esculturas que lo encumbraría como uno de los mejores artistas del Renacimiento. Hablamos, evidentemente, del David que representa a gran tamaño a este rey bíblico.
El David de Miguel Ángel |
La escultura de 5,17 metros de altura y 5.572 kilos fue encargada para la catedral de Florencia. Miguel Ángel, su autor, se tomó esta obra como un reto personal, quería consagrarse como el mejor artista de Florencia, por eso trabajó día y noche durante más de dos años.
El 4 de agosto de 1504 la escultura fue expuesta por vez primera. Para mover sus más de 5 toneladas durante el trayecto hicieron falta 4 días y 40 hombres.
Debido a su desnudez, la ubicación de la obra fue muy polémica. Se organizó un comité para decidir su colocación. La comisión escogió como escenario la Loggia dei Lanzi, un monumento histórico de Florencia, pero finalmente se instaló en la plaza de la Señoría, donde quería el artista. No obstante, en 1873 la escultura se trasladó a la Galería de la Academia de la capital toscana. Es ahí donde destaca su grandeza frente a la pequeñez del espectador.
Rostro de la estatua |
Solo la mano ya se considera una obra de arte por reflejar el nervio, la fuerza, el movimiento y el poder de David frente a Goliat expresado en la mitología.
La mano de David |
¿Sabías que esta delicada y hermosa obra de arte renacentista se creó en un solo bloque de mármol que previamente había sido manipulado y dañado?
A lo largo de su historia, la escultura también ha sido objetivo de varios incidentes. El más recordado ocurrió en 1991 cuando un señor llamado Pietro Cannata rompió a martillazos el pie izquierdo del David de Miguel Ángel. Más tarde fue rehabilitado y desde entonces la base de la escultura está rodeada por un cristal blindado.
Como curiosidad: el David de la plaza de la Señoría (ubicación original de la estatua) es una réplica.
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