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Nadie nace siendo racista

La clasificación del racismo es muy compleja, existen dos tipos: macrorracismo y microrracismo. 

El macrorracismo hace referencia a todas aquellas expresiones y actitudes abiertamente racistas como pudiera ser una agresión que se origina por motivos de raza. Se trata de un comportamiento de alta intensidad, muy visible y profundo. 

Manifestación contra el racismo
El microrracismo, sin embargo, se refiere a todas aquellas acciones de baja intensidad, modos de dominación suave, que al estar interiorizados en nuestra sociedad pasan desapercibidos a los ojos de la mayoría. 

Los microrracismos se dividen en cuatro categorías: prejuicios (juzgar o suponer que una persona es de una manera por ser de un determinado país), exclusiones (no querer compartir con alguien una determinada tarea simplemente por su origen), miedos (suponer que una persona por el país o la religión que procesa es mala) y el lenguaje (la utilización de nombres despectivos que se utilizan con total ligereza). 

Microrracismo es burlarse de otro idioma, contar chistes racistas o tratar de no atender a un cliente de otra raza en un bar o restaurante. Microrracismo es mostrar esvásticas o símbolos fascistas. Microrracismo es preguntar a una persona negra de dónde es. Microrracismo es llamar panchito, moro o sudaca al diferente. Microrracismo es agarrar con más fuerza el bolso al pasar cerca de un hombre negro. Y negar que vivimos en una sociedad racista es una microagresión. 

Si permitimos que estos "pequeños" incidentes sigan ocurriendo, estamos aceptando que el racismo permanezca como parte de nuestra cultura. Cambiemos de mentalidad, hagamos un esfuerzo para enfrentarlo. Nadie nace siendo racista, la estupidez se adquiere con el tiempo. 

Imagen de Rachel MacKnight

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