El Cascanueces no es solo uno de los ballets más populares del mundo, sino un icono navideño que protege y fortalece a sus propietarios.
Muñecos Cascanueces |
Esta figura decorativa tiene su origen en el cuento del escritor alemán Theodor Amadeus Hoffman: "El Cascanueces y el rey de los ratones". En 1844 el novelista francés Alejandro Dumas realizó una nueva adaptación del cuento infantil que llamó "La historia del Cascanueces", la versión más conocida y que fue llevada a las pantallas. Esta fábula cuenta que había un príncipe que estaba a punto de casarse con una princesa, pero que fue embrujado por una ratona y convertido en el juguete de madera. Su nombre tiene que ver con la habilidad de este miembro de la realeza para romper nueces con los dientes.
Lo cierto es que el Cascanueces es una de las tradiciones navideñas más típicas de Alemania y cada vez son más las personas que en esta época del año los colocan sobre el estante de la chimenea, detrás de sus puertas, en los centros de mesa o junto a los árboles de Navidad con la esperanza de atraer la buena suerte.
Cascanueces colgado del árbol de Navidad |
Aunque la suerte es una cuestión de actitud, quizá habría que hacerse con alguna de estas figuras. Bonitas sí que son.
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