Un grupo de mujeres voluntarias se encarga de contestar miles de cartas manuscritas de enamorados de todo el mundo, son el Club de Julieta y, desde la romántica ciudad italiana de Verona, actúan como consejeras de amor. Es una especie de consultorio a lo Elena Francis –el mítico programa radiofónico que hubo en España– pero en papel y a nivel mundial.
La responsable del club |
Cada año, este club veronés recibe unas 50.000 cartas de enamorados (la mayoría de remitentes son mujeres) y responde unas 10.000 misivas.
Un empleado del Ayuntamiento encontró la primera carta en 1935. Él mismo se dedicó a contestarlas durante tres décadas. Después, le sustituyó un profesor durante 10 años más. En los 80 nadie contestó a la correspondencia, pero entonces se creó el denominado Club de Julieta y, a partir de 1990, el Ayuntamiento se ocupó de responderlas y sufragó los gastos. El verdadero boom llegó en 2010 gracias a la película Cartas a Julieta, protagonizada por Amanda Seyfried, y fue entonces cuando Verona empezó a recibir cartas de todas partes del mundo.
La entrada del Club de Julieta |
Sus secretarias no son psicólogas, tampoco tienen un don especial y se limitan a mostrar comprensión, por eso nunca ofrecen consejos. El club conserva todas las cartas de los últimos 25 años y las guarda clasificadas por idioma, edad, sexo y contenido.
¿No es increíble que en los años veinte de este siglo exista un club como este? Todo un fenómeno digno de estudio.
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