¿Sabías que el proceso de cocinado que hace explotar los granos de maíz y convertirlos en palomitas fue inventado en la América precolombina? De hecho, los primeros vestigios de palomitas de maíz se remontan a hace más de seis mil años en la Cueva de los Murciélagos de México y en diferentes zonas de Perú, alimento que formaba parte esencial de la dieta de estas antiguas civilizaciones.
Palomitas de maíz |
Fue el estadounidense Charles Cretors quien inventó la primera máquina de hacer palomitas en 1885, alimento que se consume en el cine desde principios del siglo XX, cuando los comerciantes empezaron a instalar sus carritos de palomitas de maíz ante las puertas de las salas de cine.
Lo cierto es que este rico y popular aperitivo favorece la digestión, es antioxidante y nos ayuda a controlar la línea. Incluso cuida de nuestra piel, pelo y uñas. Además, nos aporta minerales y vitaminas, y si no llevan mantequilla o azúcares añadidos, son aptas para diabéticos y personas intolerantes al gluten.
Existe una gran variedad de sabores a escoger: caramelo, mantequilla, barbacoa, queso, curry y hasta chocolate. Ah, y te sorprenderán los nombres con los que se las conoce en otras partes del mundo: en Argentina son pochoclos; en Chile, cabritas; en Colombia, crispetas; en Guatemala, poporopos; en Perú, canchitas, y en Puerto Rico, rosetas de maíz.
Palomitas dulces |
Venga, a que tú también has disfrutado de una buena o mala película –en casa o en el cine– con un cuenco lleno de ricas palomitas. Fijo que sí.
Ya te digo! Me chiflan! Y me encantan los otros nombres!! Gracias Iker!
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