Las banderas son realmente útiles para identificar a los equipos deportivos, para saber en qué idioma se habla en un hotel o para identificar a un país. No lo son tanto, eso sí, cuando las vemos en el horroroso bañador de un inglés o en el llamativo collar de un perro.
De sobra es conocido el significado y el origen de ciertas banderas, como la estadounidense, la francesa o la británica pero ¿sabemos el origen y el significado de la española? Lo cierto es que existe un gran desconocimiento sobre la bandera de nuestro país. La española, esa que muchos asocian al franquismo, no es roja y amarilla, sino roja y gualda, que no es lo mismo. La gualda es una planta con flores amarillas de donde se saca el tinte para conseguir el amarillo exacto de la bandera.
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La bandera española |
¿Y dónde surgió la bandera española? Nació en un despacho y ni representa un sentir ciudadano ni un hecho histórico ni tiene una historia épica detrás. Es, simplemente, un trozo de tela que representa España.
La decisión de que esa tela roja y gualda nos representara, la tomó la borbona Isabel II en 1843. Hasta entonces España no tenía bandera y los españoles tardaron en saber que esa era la suya. Lo que hizo la reina fue aprovechar el concurso de ideas que su bisabuelo, Carlos III, había convocado en 1785 para cambiar las banderas de los barcos mercantes y los barcos de guerra, porque estaba harto de que los barcos españoles se dispararan entre ellos por el color de sus estandartes: blancas y celestes, colores que se confundían en la distancia. En ese concurso ganaron dos colores chillones: el rojo y el amarillo.
De hecho, la bandera española siempre ha estado ligada a la oficialidad y al ejército, no tiene tradición, tampoco historia, ni representa al pueblo. En 1936 quedó unida a un golpe militar y a la destrucción de la democracia. De ahí a que no se le tenga el cariño o el respeto que sí le tienen los americanos, británicos o franceses a la suya.
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