Un día, una rana decidió escalar un árbol alto. Tan pronto como empezó, todas las otras ranas en la base comenzaron a gritar:
“¡Detente!”
“¡Es demasiado alto!”
“¡Nunca lo lograrás!”
Pero la pequeña rana siguió adelante, paso a paso, cada vez más alto, hasta que llegó a la cima. Todos quedaron atónitos. ¿Cómo lo logró?
Resulta que... era sorda. No podía escuchar una palabra de lo que decían. Pensaba que la estaban animando.
Moraleja: nosotros a lo nuestro, a seguir nuestro camino y a hacer el bien a los demás. Es momento de desobedecer a los que nos desgobiernan y pretenden manipularnos y engañarnos.
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