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Locos por el ruido

El tráfico y los gritos de la calle, el teléfono, la televisión, los ronquidos del vecino... desde que nos levantamos y a lo largo de todo el día, incluso de noche, vivimos en un ambiente de ruido constante. De hecho, se calcula que cerca de 9 millones de personas en España conviven cada día con niveles de ruido superiores a los 65 decibelios, el nivel máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Aunque ahí no acaba la cosa, somos el segundo país más ruidoso del planeta solo por detrás de Japón. ¡Enhorabuena a todos! 

Mujer que no puede conciliar el sueño
Lo cierto es que sí, el tráfico es el responsable del 80% del ruido urbano en las ciudades, aunque ruido hay en todas partes. Asistir a un concierto sobrepasa los niveles de ruido recomendados, al igual que los 'smartphones' y escuchar música con auriculares. También destacan, cómo no, los ruidos provocados por el botellón, los pubs y las discotecas. 

El ruido puede provocar serios problemas de audición
El problema del ruido también afecta dentro de los hogares, algo tan natural como insoportable. Son muchos los sonidos desagradables que aguantamos día tras día, tales como los gritos procedentes de la calle, los ronquidos del vecino, el volumen molesto de su televisor o los llantos de un bebé. Sin olvidarnos del murmullo de la cisterna, los electrodomésticos, las mascotas y el ascensor, cuyos viajes arriba y abajo generan el 7% de los ruidos en el interior de una vivienda. 

Gentío en plena calle
A pesar de que el ruido no se acumula o mantiene en el tiempo, también causa grandes daños en nuestra calidad de vida. Y es que la sobreexposición al ruido, además de generar contaminación acústica y pérdida auditiva precoz, produce alteraciones momentáneas en nuestra conducta y un elevado grado de estrés que, en ocasiones, puede desembocar en diabetes o enfermedades cardiovasculares. 

Obrero trabajando en plena calle
¿Sabías que el ruido repercute negativamente sobre el aprendizaje y la salud de nuestros niños y hace que nuestra atención no se localice en una actividad específica? Nos guste o no, los españoles somos escandalosos, gritones y tremendamente ruidosos, tal y como se nos pinta. 

Los niños son los más vulnerables al ruido
Entonces, ¿qué medidas podemos llevar a cabo para reducir el ruido en nuestro entorno? Pues muchas. Podríamos evitar la música alta en el coche, utilizar el transporte público, comprar electrodomésticos silenciosos, cerrar las puertas sin dar portazo o evitar el uso de tacones en casa. Lo sé, a veces resulta inevitable generar ruido, pero si aplicásemos éstas y otras muchas medidas viviríamos en un entorno tranquilo y mucho más saludable. 

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