La Eguzkilore (flor del sol en euskera) es todo un símbolo en la zona norte peninsular. Esta característica planta protegida, natural de Europa central y Pirineos, crece en laderas soleadas de montañas, pastizales y prados. Su flor seca de la Carlina acaulis se coloca en las puertas de entrada de muchos caseríos de Euskal Herria como una representación del astro. Además desempeña las mismas funciones místicas atribuidas al sol.
Eguzkilore en la puerta de un caserío |
Su nombre procede de una de las historias más populares de la mitología vasca. Según esta leyenda hace millones de años no existían ni el sol ni la luna. Los hombres vivían asustados en la oscuridad y pidieron a la madre tierra que les protegiera de los peligros. La diosa Amalur (madre tierra en euskera) les llevó a su hija Ilargi, la luna, en respuesta a sus peticiones. Al principio, este ser luminoso asustó a los galtzagorris (duendes), lamias (seres mitológicos con cabeza y extremidades inferiores de gallina, pato o cabra) y espíritus malignos que acosaban a los hombres, pero con el tiempo perdieron el miedo. Los hombres volvieron a pedir ayuda a la diosa Amalur. Como respuesta les envió a su hija Eguzki, el sol. Sin embargo, los seres malignos entraban en las moradas de los hombres llenándolas de enfermedad y desgracia, así que, una vez más, recurrieron a la madre tierra. Amalur decidió crear una flor similar al sol para que esta espantara a los seres perversos. Se llamó Eguzkilore y desde entonces los hombres la cuelgan en la puerta de sus casas para cerrar el paso a los malos espíritus, las brujas, las enfermedades, los rayos, las tormentas y demás enemigos.
Lo cierto es que su uso va más allá de la ornamentación estética. La flor del sol se empleó para crear agua destilada a la que se atribuían propiedades afrodisíacas. Es una planta rica en potasio, magnesio y calcio; contiene aceites esenciales que poseen óxido de carlina y flavonoides. La flor de la Eguzkilore es diurética, cicatrizante, digestiva, estomacal y laxante. Se aplica en uso externo para los problemas de acné, erupciones de herpes y eccemas de la piel.
La flor del sol |
¿Sabías que una emprendedora del municipio alavés de Elosu puso en marcha la primera plantación de esta especie? Maghú Eguzkilore trabaja en el cultivo de esta mágica flor y la producción de otros productos derivados de la misma como cremas, jabones, joyas y licores.
Lote de Maghú Eguzkilore |
¿Miedo a las brujas, a los malos espíritus? Coloca una Eguzkilore en la puerta principal de tu hogar y recupera esta ancestral tradición.
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