Hace tiempo cuando estaba en el aeropuerto escuché por casualidad a una madre y a una hija que se estaban despidiendo. Cuando anunciaron la partida del vuelo ellas se abrazaron y la madre dijo: - Te amo y te deseo lo suficiente. La hija respondió: - Madre, nuestra vida juntas ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que he necesitado. También te deseo lo suficiente. Ellas se saludaron con un beso y la hija partió. La madre pasó muy cerca de donde yo estaba sentada y noté que ella necesitaba llorar. Traté de no observarla para no invadir su privacidad, pero ella se dirigió hacia mí y me preguntó: - ¿Alguna vez se ha despedido de alguien sabiendo que era para siempre? - Sí, lo he hecho - respondí. Perdón por preguntar - contesté -, pero ¿por qué esta despedida es para siempre? - Yo soy una mujer vieja y ella vive muy lejos de aquí. La realidad es que su próximo viaje será para mi funeral, dijo. - Cuando se despidió de ella escuché que le dijo...
Un blog de Iker Peña Hernández