Hoy los macarons franceses se exportan y se elaboran en todo el mundo pero, ¿sabías que esta galleta de merengue y harina de almendra esconde una histórica batalla por su procedencia? Quienes creen que el macaron es de origen francés, defienden que ya se cocinaban en un monasterio cerca de la ciudad de Cormery, hacia el año 791.
Macarons de distintos sabores y colores |
Aunque los galos se atribuyen su creación, el macaron fue inventado en Italia en el siglo VIII. La receta de este dulce no llegó a Francia hasta 1581, cuando la reina Catalina de Médici los ofreció en su boda con el rey Enrique II. Años más tarde, Maria Antonieta los repartió en sus banquetes en el Palacio de Versalles. Ya en el siglo XIX los macarons se empezaron a unir de dos en dos y con un relleno en medio de mermeladas, licores y especias.
El término macaron deriva de la palabra italiana maccarone en el italiano de Sicilia, que en el siglo XV designaba una pasta seca en forma de bolitas. Se ha confundido con frecuencia con el mazapán, dulce de almendra que difiere del macaron actual, hecho de clara de huevo, almendra molida, azúcar glas y azúcar. Gustan por su delicioso y delicado sabor, también por ser visualmente muy atractivos. Para conseguir un macaron perfecto la superficie de la galleta debe ser ligeramente crocante y algo chiclosa cuando se llega al centro, con un corazón tierno y húmedo de suave sabor.
Amplia variedad de macarons |
En cuanto a los colores la variedad es casi infinita, pasando por tonalidades pastel, a colores más metalizados y puros. Actualmente se fabrican de muchos sabores: vainilla, chocolate, caramelo, avellana, champán, castaña, canela, café, coco, limón, mandarina, stracciatella, praliné, pistacho, menta, anís o frambuesa y se conservan entre dos y tres semanas en la nevera. Pueden acompañarse con diversas bebidas: jugos naturales, bebidas calientes o frías como el chocolate, café o té, incluso con algún vino, licor, cava o champán.
¿Quién puede resistirse a este dulce tan chic? Decidme.
Los probé en París en mi última visita, y la verdad, se venden como chics, son realmente monos, pero... yo me continuo quedando con unas buenas galletas o un buen bizcocho (más nuestro, y con muchos menos azúcares, jejeje)
ResponderEliminarSaludos chic!
Cocina de emergencia
A mí cualquier dulce me chifla. ¡Gracias por comentar Joan!
EliminarUn saludo.