Los ríos se secan, las playas desaparecen y los campos de cultivo ya no soportan las elevadas temperaturas y la falta de agua. Por mucho que Donald Trump lo niegue, el cambio climático ya está aquí, no hay más que salir a la calle en este caluroso e inusual mes de octubre. Hasta se dice que las estaciones de primavera y otoño ya no existen, que pasamos del invierno al verano y viceversa.
Consecuencias del calentamiento global |
El aumento de la temperatura del planeta es una realidad. 2016 fue el año más caluroso del que se tiene constancia. Se situó 1,1 grados centígrados por encima de la registrada en la era preindustrial y fue unos 0,07 grados mayor a la registrada en 2015. 16 de los 17 años más calurosos han sucedido desde 2001.
El cambio climático es una amenaza que no distingue entre animales, plantas o humanos, ricos o pobres, es un problema que nos afecta a todos de forma tanto directa como indirecta. De no frenarse, España sería uno de los países europeos más perjudicados. Uno de los efectos más directos sería la desaparición o alteración de los ecosistemas, así como la subida del nivel del mar.
Nuestra huella en la Tierra tiene consecuencias. Las emisiones de gases de efecto invernadero son las principales culpables del calentamiento global, proceso en el cual la absorción y emisión de rayos infrarrojos calienta el planeta. El vapor de agua es también una fuente importante de aumento de la temperatura, al igual que la deforestación, la explotación de los suelos y la quema de combustibles fósiles. Otra causa, esta natural, son los ciclos climáticos que atraviesa la Tierra regularmente.
Deforestación |
Derretimiento de los glaciares |
Las consecuencias son terribles: temperaturas más cálidas, tormentas más intensas, propagación de enfermedades, olas de calor más fuertes, inundaciones, derretimiento de los glaciares, cambio de los ecosistemas, huracanes más peligrosos, desaparición de especies animales o el aumento del nivel del mar. Cada año 25 millones de personas tienen que abandonar su casa por el cambio climático, según ACNUR.
¿Qué podemos hacer para detener esta locura? Para empezar reemplazar las bombillas tradicionales por las de bajo consumo y apagar la televisión, el DVD o el ordenador cuando no se utilicen. Reciclar y escoger productos con pocos envases, lavar la ropa con agua fría o tibia, comprobar que los grifos no goteen, usar la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos, ajustar el termostato y correr menos con el coche, de esta forma se consume menos gasolina y se emite menos carbono dióxido. Pero todo esto resulta inútil si nuestros políticos no se comprometen a eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles y apuestan por energías 100% renovables, eficientes y justas.
Paisaje verde |
No queda otra que adaptarnos. Seamos el cambio, no permitamos que nuestra Madre Tierra se vaya al traste.
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