¿Qué tienen en común los envases, casi todos los utensilios de cocina, las bolsas, la ropa sintética, los juguetes y la inmensa mayoría de aparatos electrónicos? ¿No están todos hechos de plástico? ¿Podríamos vivir sin este material? La respuesta es que sí, hay alternativas. Vivir sin plástico ya es para algunos toda una filosofía de vida, una realidad.
Envases de plástico |
Fernando Gómez y Patricia Reina, fundadores del blog vivirsinplastico.com llevan dos años sin usar este material. Están en contra de su mal uso. Los alimentos los almacenan en tarros de cristal y compran a granel. Fernando y Patricia recogen basura en la playa para concienciar y enseñar el plástico oculto en algunos productos. Casi 6.000 personas siguen sus consejos.
Patricia y Fernando, fundadores de 'Vivir sin plástico' |
Tres emprendedores bilbaínos crearon sinplastico.com, una tienda online que vende productos sin plástico. Esta web ofrece una amplia variedad de artículos, desde utensilios de hogar, hasta accesorios de higiene personal pasando por productos relacionados con la lactancia y el universo de los bebés. Gracias a iniciativas como esta podemos evitar el plástico y apostar por la ecología y el cuidado del medio ambiente.
Reto de la web 'Sinplástico' |
elplasticomata.com es pionero en ofrecer consejos básicos para la eliminación de este residuo. Además nos invita a conocer las verdades incómodas del plástico y sus efectos en nuestra salud, las crisis global y los océanos.
'El plástico mata' |
Se trata de un material que el planeta no puede digerir. Cuando entra en contacto con los alimentos nos envenena y su reciclaje no es una solución sostenible. La verdadera solución, dicen, es rechazar el plástico de usar y tirar, lo que viene siendo prácticamente todo.
Comprar sin plástico nos obliga a pensar dónde y cómo lo vamos a hacer. Nos permite comprar productos más sanos y nos ayuda a resistir el marketing de las marcas. Solo así podremos transmitir a las grandes corporaciones que los envases de los productos que venden son su responsabilidad y no la del consumidor.
Nadie duda de que nuestro modelo de consumo no es viable a largo plazo, ¿cambiaremos nuestros malos hábitos? Vale, Trump seguro que no.
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