A horas de darle la bienvenida al 2016 toca hacer balance del año que está a punto de acabar. Olvida tus días más tristes y las situaciones más difíciles a las que te has enfrentado, ¿cuáles han sido tus momentos más felices de 2015? Seguro que superan con creces a los días más mustios y preocupantes.
Todo eso ya pasó. Faltan horas para abrir un capítulo nuevo en nuestras vidas. Pintemos de color el nuevo año que comienza. Riamos y sonriamos más, de nada sirve comerse tanto la cabeza. Veamos el lado bueno de las cosas. Dejemos que la vida nos sorprenda y nos despeine.
Vivamos intensamente |
Porque la vida es AQUÍ y AHORA y nada sucede por casualidad. De todo se aprende. El mundo no se hunde si uno no quiere. ¿De qué sirve obsesionarse con lo que ocurrirá al día siguiente? Lo importante es vivir cada momento con la intensidad que merece aquel instante que jamás volverá a repetirse.
Se puede ser feliz en cualquier situación y, bajo cualquier circunstancia, por muy dramática que resulte. Y es que de todas las cosas que llevamos puestas nuestra ACTITUD es la más importante.
Tu actitud es más importante que los hechos |
Además no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Todo pasa por alguna razón, aprendamos de ella y sigamos adelante; para atrás, ni para coger impulso.
En 2016: borrón y cuenta nueva. Sueña, lucha, VIVE, descansa, ama, besa, abraza, ríe, baila, juega, crea, comparte, anhela, conquista, descubre, suspira, disfruta, triunfa, perdona, olvida y COMIENZA. Hoy, mañana y siempre: ¡Que suenen los tambores!
¡Feliz 2016!
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