Toda persona es capaz de alcanzar la tan ansiada felicidad. Sin embargo, muchas se conforman con lo que tienen por miedo a fracasar, por miedo a lo desconocido, al qué dirán y se sumergen en la permanente mediocridad. Imagina por un momento que existe un banco que cada mañana abona en tu cuenta 86.400 dólares. Este extraño banco, al mismo tiempo tiene sus propias reglas; la primera es que todo lo que no te has gastado a lo largo del día, se retira por la noche; no puedes hacer trampas, no puedes traspasar ese dinero a otra cuenta: solo puedes gastarlo. Pero a la mañana siguiente, al despertar, el banco te ingresa otros 86.400 dólares. La segunda regla es que el banco puede interrumpir este juego sin previo aviso. En otras palabras, en cualquier momento puede decirte que se acabó, que cancela la cuenta. ¿Qué harías si te encontraras en esa situación? Pensando en qué invertir el dinero Se supone que gastaríamos el dinero en lo que nos apeteciera, en hacer multitud de re...
Un blog de Iker Peña Hernández