Seguro que habréis leído u oído hablar de la joven activista pakistaní Malala Yousafzai tras el atentado talibán que sufrió en octubre de 2012, lo que quizá desconozcáis es la historia que hay detrás de Malala. En su libro, Yo soy Malala, relata todo lo vivido y malvivido en su pequeño valle de Swat.
Portada del libro 'Yo soy Malala' |
Nació en 1997 en Mingora (Pakistán) y desde muy pequeña tenía muy claro cuál era su labor: ayudar a los demás y defender el derecho de las niñas pakistaníes a recibir una educación. En el libro cuenta los desastres naturales que ha sufrido su valle en los últimos años. Y es que además de atentados y asesinatos, Pakistán también ha soportado terremotos e inundaciones. Cuando Malala tenía 12 años los talibanes pakistaníes controlaban el valle de Swat. Una de sus medidas fue prohibir que las niñas acudieran a la escuela, destruyeron así cientos de escuelas y el 70% de las niñas dejaron de ir a clase, aunque Malala lo siguió haciendo de manera clandestina. Fue en mayo de 2009 cuando miles de pashtunes decidieron abandonar el valle y convertirse en PDI (Personas Desplazadas Internamente) hasta que el ejército se hizo de nuevo con el control del valle. En tan solo dos meses Malala y su familia vivieron en cuatro ciudades distintas, tres meses después regresaron.
Ziauddin Yousafzai, padre de Malala, estaba convencido de que los problemas de su país se debían a falta de educación. Cuando abrió su primera escuela, la Kushal School hace 20 años, tenía tres alumnos. Hoy, la escuela tiene tres edificios, más de 1.100 alumnos y 70 maestros. Él era director, maestro, administrador y el que limpiaba los baños. Malala y su padre empezaron a contar todo lo que sucedía en su valle y eran entrevistados por periodistas extranjeros, querían que el mundo supiera lo que allí estaba ocurriendo. Por eso, el 9 de octubre de 2012, dos hombres de negro entraron en el autobús escolar en el que viajaba Malala y ella y dos de sus compañeras fueron tiroteadas. Regresaban a casa desde su escuela. Tras ser operada de urgencia en Mingora, fue trasladada a Islamabad y de ahí a Birmingham (Reino Unido) en un avión ambulancia al centro Queen Elisabeth, donde se sometió a varias intervenciones quirúrgicas.
Malala en el Hospital Queen Elisabeth con su padre y hermanos |
Los médicos le colocaron una placa de titanio en el cráneo, le repararon el nervio facial que le impedía sonreír y le pusieron un pequeño dispositivo electrónico llamado implante coclear para restaurarle parcialmente la audición de su oído izquierdo. El 12 de julio de 2013, su cumpleaños, pronunció ante la ONU su ya famoso discurso: "Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo". Después del discurso recibió mensajes de apoyo de todo el mundo, pero en su país fue recibido con silencio, excepto en Twitter y en Facebook, donde los y las pakistaníes se pusieron en su contra, acusándola de querer ser famosa y buscar una vida de lujo en el extranjero.
En su discurso de la ONU |
Lo cierto es que en todo el mundo hay unos 57 millones de niños que no reciben instrucción primaria, de ellos 32 millones son niñas. Y es en Pakistán donde hay un mayor número de niños sin escolarizar, 5,1 millones. Malala, que recibió el Premio Nobel de la Paz en diciembre de 2014 tan solo quiere un mundo igualitario, en el que tanto los niños como las niñas tengan derecho a recibir una educación.
Malala al recibir el Premio Nobel de la Paz |
Los talibanes, esos que dispararon a una joven de quince años, tienen miedo a las mujeres. Ojalá hubiera más hombres y mujeres como ella, valientes y decididos a cambiar el mundo. Esto tan solo es un resumen, el libro es súper recomendable, yo también soy Malala.
!Que historia más increible! Cuánto más se quiere anular la educación más se valora. Malala es un ejemplo de los que quieren ser libres a través del conocimiento.
ResponderEliminarIker te voy a pedir permiso para leer y comentar este articulo con mis alumnos, que paradogicamente no entienden para que tienen que estar estudiando cuando no quieren.
Que contrastes hay en el mundo!!
Magnífico articulo, Iker.
!Que historia más increible! Cuánto más se quiere anular la educación más se valora. Malala es un ejemplo de los que quieren ser libres a través del conocimiento.
ResponderEliminarIker te voy a pedir permiso para leer y comentar este articulo con mis alumnos, que paradogicamente no entienden para que tienen que estar estudiando cuando no quieren.
Que contrastes hay en el mundo!!
Magnífico articulo, Iker.